Verdades y Verdades

Estos últimos días hemos asistido a uno de los episodios mas rocambolescos de la era Trump.  El presidente de los EE.UU  nombraba a Anthony Scaramucci director de comunicación de la Casa Blanca el 21 de Julio, hace menos de quince días. Una de sus primeras acciones fue borrar de las redes sociales los mensajes que en el pasado escribió criticando a su nuevo jefe… y no eran ni pocos ni amables. Hasta ahí todo puede parecer hasta normal, No será ni el primero ni el último que borre cosas de las redes sociales. Lo que no es tan normal es proclamar que borra esos mensajes con total transparencia, que no se esconde, que los borra a la vista de todos. Cuando escuché la noticia pensé que se trataba de un error pero no, era cierto. El Sr. Scaramucci sabe que, hoy por hoy, es imposible ocultar estos borrados, sabe que va a ser cuestionado haga lo que haga y hace una maniobra de distracción. Centra la atención en el hecho de su borrado «transparente y público» y quiere ocultar el contenido de esos mensajes. No ha durado mucho en el cargo, diez días exactamente. «El gorron», como le apodan en Washington, ha sido cesado.  Ignoramos si ha hecho alguna gestión para recuperar los mensajes borrados pero hay una cosa que podemos dar por cierta: Scaramucci es, por decirlo finamente, una persona poco fiable, alguien para el que la verdad y la coherencia tienen una importancia muy relativa si hay un cargo/salario público por medio.

Casi al mismo tiempo el presidente del gobierno de nuestro país se sentaba en el banquillo de los testigos para declarar en la primera pieza del caso gürtel sobre la financiación irregular del Partido Popular. Durante su comparecencia detalló las convocatorias electorales en las que fue director de campaña y afirmo que se trataba de un cargo político, que nada sabía de cuentas y dineros. Lo dijo con aplomo, convencido, seguro de si mismo. ¿Esperaba el Sr. Rajoy que nadie recordara su rueda de prensa del 2000 donde explicaba las cuentas de gastos e ingresos de la campaña? ¿Creía realmente que tamaña contradicción iba a pasar desapercibida? No lo creo. Mas bien todo lo contrario. Está seguro de que sus votantes, aunque les pongan mil veces las imágenes o el audio de esa rueda de prensa, le seguirán dando su apoyo. Hoy, la evidente falta a la verdad del Sr. Rajoy, se cubre o se difumina entre acusaciones a los abogados, a los jueces, a los fiscales, a Venezuela… Hasta un medio digital llegó a airear que uno de los abogados tenía un hijo en PODEMOS!!!

Ignoro si alguno de los actores en la causa de la gürtel ha solicitado que se deduzca testimonio de las palabras de Rajoy. Sería el primer paso para procesarle por perjurio. Ignoro también si esa deducción de testimonio puede ser instada por cualquier agente esté o no personado en la causa. De lo que estoy completamente seguro es que nuestro presidente ha faltado a la verdad donde no podía ni debía: en sede judicial cuando declaraba como testigo. Nadie puede creer que un director de campaña lo ignore todo sobre como se financia esta pero cuando hay imágenes del propio testigo relatando cuanto es un adelanto y cuanto es un préstamo la cosa deja de ser cuestión de creencias para pasar a convertirse en una evidencia. Como el Sr. Scaramicci el Sr. Rajoy es poco de fiar… por no decir nada.

Hace poco leí por curiosidad en la wikipedia la definición de «posverdad» o «mentira emocional». Viene a ser una nueva forma de nombrar lo que ha sido toda la vida la clásica manipulación política. La famosa «niña de Rajoy» ya tiene nombre, se llama posverdad.

Pero esta definición, que contiene un evidente sesgo peyorativo, no nos puede hacer caer en la trampa. La emoción es lo que nos mueve. Es nuestra base y nuestra fuerza. Es lo que nos define, lo que nos marca. No somos un 95% de agua y otros elementos, somos emoción. Por eso somos solidarios, por eso nos manifestamos, gritamos, corremos, amamos… por eso nos indignamos con las injusticias, por eso nos repugnan las mentiras de quienes nos quieren hacer pasar por ignorantes.