El Mundo que Conocemos

Ha pasado mas de un mes desde mi último post que titulaba PELIGRO. Estaba asustado por el bajo nivel de la discusión política y la temperatura altísima del enfrentamiento personal. Tenía miedo de que mis palabras fueran malinterpretadas, colocadas en un bando o en el otro o simplemente consideradas propaganda. Nada de eso. Creo que los inscritos y militantes no nos merecíamos este comportamiento pueril que nos ha hurtado de buena parte del debate. Quizás de la mejor parte. Porque la discusión no era calle/instituciones o si un Secretario General debía o no ver limitado el número de sus mandatos y tampoco era relevante la relación con otras fuerzas. Lo importante, lo único importante era y es si somos capaces de crear y gestionar una formación política capaz de generar las ideas y propuestas necesarias para cambiar este país y afrontar los retos que ya mismo se nos plantean. Y ademas hacerlo con la mente puesta SIEMPRE en los mas desfavorecidos, en la IGUALDAD  y en la imprescindible JUSTICIA SOCIAL.

Voy a cumplir 55 años y puedo afirmar que mi generación y las inmediatamente anteriores hemos visto cambiar el mundo de forma radical. Nosotros hemos visto, yo lo he visto, como instalaban el primer teléfono en casa de mis padres. Era un aparato negro enorme colgado en una pared del recibidor, bueno, aquello era recibidor, pasillo, distribuidor… Hoy llevo en el bolsillo un aparato que es al mismo tiempo teléfono, radio, despertador, cámara de fotos, grabadora de audio… El mundo que conocimos, el mundo que conocemos no existe ya. El futuro se nos viene encima a pasos agigantados. Hace pocos meses el primer camión sin conductor transportó un cargamento de cerveza por las carreteras de EEUU. ¿Cuanto tiempo tardaremos en ver taxis sin conductor en nuestras calles? ¿Que será lo siguiente? ¿Nos traerá un robot la comida en los restaurantes? En EEUU ya hay oficinas bancarias donde no hay NADIE, no hay humanos. En nuestra última asamblea del circulo de Algiros en el Mendiclub, la televisión subtitulaba automáticamente la emisión, no era perfecto pero servía. A partir de ahí el paso técnico para traducir y reproducir voz en otro idioma es relativamente sencillo. ¿Cuanto tardaremos en comunicarnos por teléfono o videoconferencia con un Alemán hablando cada uno en su propio idioma? ¿Cuanto se tardará en inventar una maquina que recolecte eficientemente manzanas o fresas? Lo que yo me puedo imaginar no es nada comparado con lo que puede suceder en realidad. Y entonces surge la pregunta: ¿Estamos preparados social, económica y culturalmente para este nuevo escenario?

Ya estamos padeciendo parte de los problemas derivados de este escenario. Los mini-jobs alemanes, el descenso en el numero de horas trabajadas, las rebajas salariales, la precariedad, la deslocalización son la avanzadilla de un sistema en el que solo gana el que puede competir, rebajando los derechos sociales, con las nuevas tecnologías, y esa victoria es meramente temporal. La tecnología  acabara imponiendose como lo ha hecho ya en las cadenas de montaje de las fabricas, en las oficinas y hasta en los hogares.

Vuelvo a repetir la pregunta: ¿Estamos preparados? ¿Cual es nuestra propuesta? ¿Que planes tenemos para enfrentar socialmente este futuro?

Hemos de encontrar respuestas pronto, hemos de ser capaces de actuar antes de que la marea se nos lleve por delante. Hemos dedicado mucho tiempo a pensarnos como organización y a establecer reglas de convivencia interna ahora toca pensar en el futuro de nuestra gente. Obviamente no tengo soluciones, no creo que las tenga nadie. Creo que reducir la duración de los ciclos de trabajo manteniendo los retornos podría ser una opción. Recuperar la reivindicación de reducir la edad de jubilación a los 60 años, recuperar la reducción de la jornada a 35 horas, repensar las cotizaciones sociales y el sistema impositivo, aumentar la duración de los periodos de formación y retribuirlos con el fin de obtener personas mas preparadas…

Quizás sean locuras pero estoy convencido que hay que ser audaces y atrevidos en las propuestas. El mundo que conocimos, el mundo que conocemos se desmorona. Esta en nuestras manos poner los ladrillos para construir un nuevo mundo mas justo y mejor.