Reflexiones sobre la propuesta de reforma constitucional de C. Bescansa

Ayer (09/02/2018) tuvo lugar en La Morada de Valencia una charla-coloquio sobre la crisis territorial que vive nuestro país y las propuestas de cambio constitucional que Carolina Bescansa puso sobre la mesa en el documento «Tres Propuestas de Cambio Constitucional» publicado a finales de noviembre de 2017.

Lo primero es agradecer vivamente la valentía de la propuesta. Tras un último tercio de 2017 en el que hemos vivido las imágenes de la represión policial el 1 de Octubre, la suspensión del autogobierno en Cataluña y el uso de la prisión preventiva con fines que van mas allá de de cualquier lógica procesal, hablar de plurinacionalidad, de cambios estructurales en el senado y en las funciones del ejecutivo en el marco de una reforma de la constitución es, sin duda, un acto de alto valor político y ético. No obstante, y con el animo de aportar desde la humildad elementos al debate quisiera poner de manifiesto algunas discrepancias o puntualizaciones sobre lo expuesto por Bescansa.

No creo que el senado pueda salvarse. Una cámara de elección directa que tenga como única función determinar el reparto de los fondos asignados a la financiación autonómica no me parece necesario, ni siquiera conveniente. ¿Cuales serían las mayorías necesarias para aprobar o rechazar un acuerdo de financiación? ¿No estaremos provocando nuevos enfrentamientos entre comunidades? Y lo que es en mi opinión mas relevante: ¿Sería el ejecutivo en solitario el que determinaría el montante total para la financiación del todas las comunidades vía PGE? ¿Podría darse el caso de pactos para favorecer o perjudicar a según quien? Estoy de acuerdo con Bescansa en que la distribución de los fondos de financiación autonómica han sido moneda de cambio en multitud de ocasiones pero también es verdad que muchas de esas componendas y pactos han ido mas allá de la pura aplicación de la LOFCA y se han basado en las inversiones de todo tipo recogidas en los PGE. No es que una comunidad vaya a estar mejor financiada que otras a cambio de que sus diputados apoyen una investidura o un presupuesto, es que el estado invertirá mas dinero en infraestructuras o en servicios de cualquier tipo.

Quizás debamos poner el acento en la delimitación clara y sin ambages de las competencias de estado y autonomías y proponer un doble sistema impositivo en el que cada nivel recaude sus impuestos y gestione sus competencias. No estamos hablando de un «cupo vasco para todos». Se trata de que existan sistemas impositivos separados. Ir un poco mas allá de la simple cesión de impuestos actual. No es una locura. Hay muchos países de estructura federal y múltiples recetas de distribución de los ingresos. Evidentemente deben existir mecanismos de solidaridad inter-territorial pero su naturaleza, distribución y discusión pueden realizarse perfectamente en el Congreso de los Diputados.

En el texto de Noviembre se vincula el derecho a decidir con un momento concreto -el momento confederal- en el que las comunidades que no aprueben el texto constitucional pueden iniciar un proceso complejo para separarse del estado. No acabo de verlo claro.  El deseo de autodeterminación no se genera únicamente por desacuerdos con el organigrama político ni el deseo de pertenecer a un estado se hace por lo adecuada y justa que sea una constitución. ¿Portugal se integraría en España por buena y bien redactada que fuera una posible constitución común? No creo que las cosas funcionen así aunque evidentemente, y muy probablemente, puedo estar equivocado. No es en absoluto sencillo conciliar el derecho a decidir con la necesidad de defender la integridad territorial que tienen todos los estados pero es una obligación dar salida a las aspiraciones legitimas de los pueblos. La ley de claridad canadiense es un buen ejemplo de como se pueden hacer las cosas.

El país de países que es España vive un momento delicado. La pobre constitución del 78 ha sido zarandeada hasta mostrar todas sus carencias, todas sus miserias. La separación de poderes no existe, el ejecutivo del PP campa por sus respetos mientras la oposición está maniatada por el marco legal. No podemos seguir así mucho tiempo.  Una de las cosas mas importantes del proyecto inicial de PODEMOS fue, y espero que siga siendo, el deseo de iniciar un nuevo proceso constituyente, Hace meses escribí un post sobre la necesidad de abordar este proyecto (Modificar la Constitución) pero hoy es todo mas complicado. La tesis del texto es que los campos en los que la constitución necesita cambios son tantos y de tal calado que no basta una modificación, ¿Podemos, por ejemplo, abordar un cambio en la estructura del estado sin abordar un cambio en la regulación constitucional del poder judicial?

No me considero nacionalista en el mas amplio sentido de la palabra. No me reconozco en banderas ni creo en valores eternos ni en características especificas. Ni siquiera en grupos sanguíneos. Mis himnos no son marchas militares sino las canciones que me acompañaron en mi juventud y que al escucharlas hoy todavía me emocionan. Pero tampoco voy a negar quien soy. Soy un valenciano ruidoso que cuando no tiene la luz cegadora y aplastante del mediterráneo le falta algo y que cuando vuelve a casa de un viaje hace una paella el primer domingo que puede. Igual es eso ser nacionalista, no lo se. Cada vez estoy seguro de menos cosas. Me hago mayor.

Autor: danvidcho

Me gusta el Flamenco, la ciencia-ficción y la política. Próximo a las ideas de PODEMOS. Que nadie se lleve a engaño, soy de izquierdas.

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